PROYECTO DE RESTAURACIÓN Y ADAPTACIÓN DE LOS ESPACIOS LITÚRGICOS
MEMORIA
1. Ubicación del templo
La Iglesia mozárabe de Santa Eulalia es Bien de Interés Cultural, declarada Monumento histórico-artístico por el Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes del 3 de junio de 1931.Su entorno está protegido desde 2001, con el Decreto B.O.C.M. de 13-04-2001.
Se trata de uno de esos edificios de Toledo que pasan inadvertidos en la vida cotidiana de la ciudad y siguen siendo grandes desconocidos.
El templo se localiza junto a uno de los accesos históricos de la ciudad -la entrada por el Puente de San Martín y la Puerta del Cambrón- y en las proximidades de la Calle Real, dos importantes vías de tránsito y pequeños núcleos de comercio.
En su entorno encontramos restos de edificios singulares y residencias de importantes familias nobiliarias, que de alguna manera tuvieron vinculación con la iglesia y que nos hacen pensar en la identidad e importancia que tuvo nuestra iglesia.
2. Referencias documentales
Unos versos, falsamente atribuidos a San Ildefonso, mencionan la fundación de este templo en el año 559, por el rey visigodo Atanagildo.
El edificio actual que hoy admiramos data del s. XIII; probablemente ocupa el espacio de un antiguo templo visigodo y constituye uno de los primeros y más arcaicos ejemplos del mudéjar toledano.
La referencia más antigua que conocemos, documentalmente probada, data del 675. Nos referimos a la firma de Florencio, abad de santa Eulalia, en el XI Concilio de Toledo: «Florentius ecclesiae monasterio sanctae Eulaliae abba haec gesta synidica a nobis definita ss.». Se trata de un antiguo centro eclesiástico ubicado en la ciudad o en las inmediaciones de la capital del reino hispano-visigodo.
De aquel primitivo templo, posiblemente, procedan los fustes de las columnas romanas y los capiteles visigodos, reutilizados en la nueva construcción que hoy admiramos. Fueron clasificados por Amador de los Ríos y Manuel Gómez Moreno como prerrománicos, del período hispano-visigodo. Es por ello muy posible que el templo de Santa Eulalia tenga sus antecedentes en la época citada.
A partir de ahí las referencias son inciertas y habrá que esperar hasta la reconquista de Toledo en 1085, y las siguientes disposiciones dadas por Alfonso VI, para saber que la Iglesia de Santa Eulalia iba a ser autorizada, junto con otras cinco, para que en ellas se pudiese seguir celebrando el rito hispano. Se trata por lo tanto de un edificio en uso y bien reconocido a finales del siglo XI.
Se conservan, además, abundantes referencias documentales en los textos mozárabes. El primero de ellos data de 1181 firmado por un diácono y el abad de Santa Eulalia: «Dominico, Abbas ecclesie Sancta Eulalia»; y otros de 1195, 1196, 1209, 1210, 1214, 1220, 1267, 1283, etc; la mayor parte de ellos referentes a compra venta.
De la segunda mitad del s. XIII se conserva una lápida funeraria, sobre la pila de agua bendita, perteneciente a don Tomé y don Alfonso Esteban (sobrino del primero), clérigos de esta iglesia que murieron en 1264 y 1284 respectivamente.
3. Descripción artística
Se trata de un edificio de ladrillo con muros de mampuesto con verdugadas típicas de las construcciones medievales en Toledo, cubierto por tejado a dos aguas con teja árabe.
De planta basilical, se organiza en tres naves divididas en cinco tramos, separadas por arcos de herradura pareados encuadrados por alfiz, sobre columnas y capiteles reaprovechados. Reflejo de la etapa inicial del mudéjar toledano es el sistema de soporte que combina el pilar con las columnas adosadas, que aunque modificado en el siglo XV-XVI con el vaciado del núcleo central dejando exentas las columnas, fue reintegrado uno de estos pilares en la intervención de los años setenta.
La Iglesia es de cabecera plana, al exterior y con tres ábsides al interior. La nave central la recorre una arquería de medio punto, originalmente abierta, cerrada con celosía que no deja pasar la luz por estar tapadas por las artesas de las naves laterales. Al llegar al arco del triunfo se transforma en una arquería ciega de herradura apuntada.
La capilla mayor, de ábside poligonal, hoy semicircular, y bóveda de cuarto de esfera, se encuentra flanqueada por dos capillas laterales de planta cuadrangular, en origen comunicadas por sendos vanos con la capilla mayor, hoy tabicados. La capilla de la nave sur está tabicada y tampoco se comunica con la nave.
Las naves se cierran por un sencillo artesonado de par y nudillo con tirantes pareados. El central con más altura que los laterales, de la misma altura. El crucero con una bóveda de arista en ladrillo y los brazos con cúpulas sobre pechinas con linterna y decoración geométrica del siglo XVII.
Los suelos actuales son losas de barro en piezas rectangulares, con un contenido muy grande de humedad.
El templo, como queda dicho, ha tenido reformas. La más importante fue en los años 1960 a 1970, dándole el aspecto actual y estructurando el espacio con cambios. Mención especial merece el cierre de los huecos de puertas que comunicaban las dos capillas laterales con la capilla mayor y la nueva ubicación de la puerta de la Sacristía.
Si bien, en esta reforma se siguió un criterio interpretativo de la época medieval y se realizó con materiales y técnicas antiguas, por lo que ahora hace más difícil saber con exactitud como era antes. Sin duda como la antigua cabecera lateral que se cerró sin saber actualmente el motivo, quizá pareció que era más adecuado a una liturgia del momento, pero no purista.
Además, hay un cuerpo añadido a la fachada sur que se sitúa el zaguán de entrada que hace de atrio de la Iglesia y la sacristía. Este cuerpo tiene dos alturas, situando en la planta superior una habitación que hace de almacén y salón parroquial. En la planta baja se sitúa la sacristía con el despacho parroquial, haciendo un solo conjunto y además la escalera y el zaguán.
La Iglesia tiene dos accesos, uno a través del bloque de la entrada mencionado y otro por el patio en el lado opuesto. En este patio está la torre-campanario exenta en origen, con tres cuerpos rematados por los arcos donde alberga las campanas. Y un aseo, construcción muy actual que afea el patio.
4. Lugares para la celebración de la liturgia hispano-mozárabe[1]
La nave
Todos sabemos que el espacio celebrativo de los templos cristianos viene estructurado por los diversos ministerios que se ponen en juego para la acción sagrada. Tales ministerios son comunes a los diversos Ritos cristianos: la asamblea, el coro, cantores, los lectores, los acólitos, los diáconos y, en su caso, los presbíteros o los obispos.
La nave recogerá en este caso, como en los otros, a la asamblea, generalmente orientada con sentido escatológico. La congregación de los laicos es considerada como un grupo ministerial, formando el tercer «coro»[2].
Delante de la asamblea ocuparán un lugar los ministros menores: coro, lectores, acólitos e incluso los diáconos; tal espacio delantero recibirá el nombre de púlpito, segundo «coro», y estará enmarcado de algún modo (generalmente por unas cancelas). Tal denominación de púlpito parece una extensión del concepto primitivo a toda la zona que rodea al púlpito propiamente dicho, que es el lugar donde se coloca el lector o salmista con el fin de que, durante la lectura pública, pueda ser visto por el pueblo, para que se le oiga más fácilmente[3].
Seguiría, en un recorrido hacia el fondo de la iglesia, el presbiterio, al que se suele acceder subiendo unas gradas o escalones. Esta zona se llamaría la del altar o ara por estar en ella la mesa eucarística.
Tal y como indican las rúbricas de las antífonas para la consagración de una basílica[4], tanto el altar como el arco de acceso al presbiterio eran cuidadosamente revestidos; sirvan a este respecto, como muestra, las diversas miniaturas reproducidas en un interesante artículo de don Francisco Íñiguez[5].
El Donarium
Junto a estos elementos fundamentales los testimonios literarios y arqueológicos nos hablan de ciertos espacios típicos que no faltaban en los templos hispánicos antiguos.
En algunas iglesias visigóticas encontramos un único ábside trilobulado o bien, a uno y a otro lado del ábside, otros dos ábsides más pequeños que constituyen el donarium y el sacrarium. En el primero (a la izquierda mirando a la capilla mayor) se situaba una mesa donde los fieles llevaban los dones[6]. Este aporte de pan, de vino, de aceite… tenía lugar no el momento de la preparación de los dones, como en la liturgia actual, sino al principio de la celebración, de modo análogo a como hacen los fieles de la tradición bizantina cuando los dones son llevados a la prosfora situada también a un lado del altar. En el donarium los diáconos reservaban el pan y el vino que se iba a consagrar, o el óleo que se iba a bendecir…
El Sacrarium
El otro ábside (a la derecha de la capilla mayor), donde en ocasiones aparece una sola mesa para revestirse, por lo general se trata de una habitación donde se reservaban los dones eucaristizados y el santo crisma consagrado por el obispo. En el ábside central, entre el donarium y el sacrarium, se situaba el altar[7].
El Baptisterio
El baptisterio hispano solía estar dedicado a san Juan Bautista. En el interior se encontraba la piscina bautismal y, en los más importantes, el agnile y un altar. El agnile era el lugar que ocupaban los neófitos en el baptisterio. En el altar, dedicado a san Juan, se colocaba el chrisma vel sacra comunione. Podría servir también como el preparatorium donde se realizaba la confirmación de los neófitos.
Era necesario que los baptisterios ocupasen una dependencia que se pudiese clausurar. Durante la cuaresma cesaban los bautizos y por eso recomendaba el XVII Concilio de Toledo que es preciso que se cierren las puertas del baptisterio por manos del pontífice y que se sellen con su anillo, y no se abran en modo alguno hasta la solemnidad de la Cena del Señor[8].
Entre los tratados dedicados al sacramento del Bautismo figuran De Ecclesiasticis officiis y De Baptismo, de San Isidoro. Completa su pensamiento con algunas otras puntualizaciones de tipo arquitectónico en De aedificiis sacris y De constructione.
Comienza su doctrina sobre el bautismo, indagando la etimología de la palabra «Bautismo», que es vocablo griego y significa lavatorio. Señala también el lugar de su administración, el baptisterio. Habla de forma genérica, no distingue entre el edificio bautismal y el lugar del bautismo. Habla repetidas veces del baptisterio y sobre todo de la «fons», refiriéndose a la piscina bautismal.
El lugar del bautismo es la «fons», lugar de los regenerados en Cristo. En el tercer capítulo de este estudio, hacemos la estructuración interna de la «fons» y en él nos detendremos para examinar la integración de la piscina, compuesta de gradas de descenso y de ascenso, asignando a cada grupo de peldaños las tres renuncias al bajar a la piscina, y las tres confesiones al subir de la misma.El modo de la administración del primer sacramento es el rito de inmersión.
En el libro dedicado a los edificios eclesiásticos nos informa del edificio bautismal como estructura arquitectónica distinta de la basílica, mientras que precisa la contextura interna del lugar del bautismo, que, como hemos dicho antes, la llama «fons», compuesta de gradas de bajada, pavimento interno de la piscina, y gradas de subida.
Fruto del centro de formación cultural fundado por san Isidoro, es su primer discípulo san Ildefonso de Toledo, que será luego el gran defensor y propagador de la doctrina del maestro. Desplegó una gran labor científico-litúrgica, tomando con gran empeño la constitución y compilación de la liturgia mozárabe. Entre los años 657 y 667 escribió un tratado sobre el sacramento de la iniciación bajo el título De cognitione baptismi.
A partir del capítulo 106, comienza el rito propiamente bautismal, describiendo la eficacia del agua de la piscina, y del tiempo y lugar del sacramento. Para después dedicar un solo capítulo a la estructuración de la piscina bautismal, compuesta de gradas, y terminar con los efectos del sacramento y el modo de administrarlo.
El capítulo dedicado a De gradibus fontis es una repetición casi literal de la doctrina isidoriana, aunque con algún pequeño retoque, pero el interés mayor de la exposición ildefonsiana radica en el mayor simbolismo que ha asignado a la estructuración de la piscina. Utiliza la misma terminología al hacer el examen interno de la piscina o «fons» y la distribuye en dos partes, integrada cada una de ellas por tres gradas de bajada y tres de subida.
5. Memoria constructiva
5.1. Solución adoptada para adecuar el templo a su función litúrgica
1. Se restituyen los huecos de paso antiguos, existentes en una de las caras del muro pero cegados en la capilla mayor, para comunicar las capillas laterales, donario y sacrario, con la Capilla Mayor.
2. Se sitúa la Capilla del Santísimo en el testero de la nave sur. Para lo cual se elimina el muro que cierra ese espacio.
3. Se vuelve a colocar la puerta de la sacristía en su lugar anterior: centrada en el testero lateral y no delante del machón que impide las procesiones de inicio de la Misa.
4. Se reforma la Capilla Bautismal adaptándola a la liturgia hispana.
5.2. Obras de restauración del templo que afectan a su construcción
1. Para eliminar las humedades existentes, que afectan principalmente al suelo del templo, se tendrían que eliminar el escombro sobre el que está el suelo que está actuando como absorción de agua.
A este fin, se tendrá que hacer catas previas al inicio de obra, para determinar la causa de la humedad, comprobar el estado de la cimentación, sitios de apoyo del forjado y poder determinar una solución definitiva para el templo.
2. Se pone suelo radiante, con aerotermina.
3. Para mejorar la estética del patio se eliminaría el aseo, dejando el patio limpio. Se acota un espacio en la sacristía para un nuevo aseo.
5.3. Recuperación de los espacios del subsuelo
En la actualidad debajo del ábside y crucero hay unos espacios que se pueden acondicionar como cripta.
En este momento su acceso está detrás del altar en el ábside, lugar no muy apropiado e incómodo. Se busca recuperar la entrada original.
Se recupera el subsuelo de las tres naves.
Antecedentes
El proyecto de restauración y adaptación de los espacios litúrgicos se comenzó con el objetivo de eliminar las humedades existentes, además de las intervenciones necesarias para adaptar la arquitectura al uso litúrgico.
La obra empezó con el levantamiento del suelo y, al excavar para bajar la altura razonable, salieron a la luz enterramientos y unos muros que nos sugieren la posible existencia de edificaciones anteriores a mayor profundidad. La arqueología nos pidió el seguir descubriendo dichos muros para datarlos y establecer relaciones, terminando por mostrarse unos espacios bien definidos debajo de cada nave de la iglesia.
El uso de la parroquia nos pide recuperar esos espacios en orden a las celebraciones litúrgicas, siempre de acuerdo con la arqueología y los criterios de restauración del monumento.
Solución propuesta
La solución que se propone en este modificado se divide en varias secciones, ya que los muros del subsuelo separan los espacios encontrados según la disposición de las naves de la iglesia. Por tanto, se pueden dar diferentes usos a dichos espacios, necesitándose incluso de la ejecución de dos escaleras, pues entre dos de las naves no hay comunicación posible. El resto de comunicaciones y pasos se harán siempre aprovechando huecos existentes en los muros o realizando perforaciones en la roca.
Se explican a continuación las actuaciones en el subsuelo de cada nave de la iglesia, además del uso que se les daría:
Nave norte: Espacio expositivo
La nave norte albergaría un espacio de interpretación de la cultura y la espiritualidad hispano-mozárabe. En ella se harían las siguientes intervenciones:
- 1. Crear el acceso en el nuevo forjado e instalar una escalera de estructura metálica junto al muro norte/oeste (se adjunta detalle en plano E-03).
- 2. Se consolida el encuentro del muro norte con el muro oeste y las intervenciones defectuosas realizadas a lo largo del tiempo.
- se mantienen todos los elementos constructivos que han aparecido.
- se restaura la cripta adosada al muro oeste, y se abre el actual cerramiento frontal.
- 3. Se consolidan y se ponen en valor los restos de muros transversales aparecidos a los pies del templo.
- 4. Se ejecuta un murete de hormigón de 1 m de altura como máximo para la consolidación de la cimentación de los pilares de la iglesia, dado su mal estado de conservación (se adjuntan planos E-05 y E-06).
- 5. Se coloca un vidrio pisable a la altura de lo que sería la división entre las estancias superior-inferior de la construcción original, apoyado sobre unas vigas metálicas ancladas a los muros.
- 6. Se instalan vitrinas con elementos aparecidos, pero siempre tratando de integrarlas en el espacio arqueológico, de manera que no rompan ni tapen la arquitectura.
- 7. Se instala una iluminación acorde con lo que sería una sala expositiva.
Nave centro: Baptisterio
La nave centro está actualmente dividida en dos estancias por un muro transversal a la iglesia, que servirá de argumento para la distribución del nuevo uso de baptisterio que se le pretende dar. Las actuaciones serán las siguientes:
- 1. Crear el acceso en el nuevo forjado e instalar escalera de estructura metálica junto al muro oeste (se adjunta detalle en el plano E-04).
- la primera estancia, espacio comprendido entre el muro oeste y el transversal al norte-sur, sería el denominado agnile, lugar donde se situaban quienes iban a ser bautizados. Se pone en valor el pavimento de losas de piedra y se coloca un vidrio pisable.
- 2. A la segunda estancia accedemos por los huecos del muro que las separa, actualmente colmatados de tierra. Se retira la tierra y se consolida el muro, tratando de conservar su condición de resto arqueológico, pero asegurando a la vez su estabilidad.
- 3. Se instala una iluminación adecuada.
Nave sur: Espacio funerario
La nave sur pasaría a formar parte del espacio funerario, realizándose las siguientes intervenciones:
- 1. Desde la nave central, aprovechando el hueco del muro existente junto al muro oeste que divide las naves centro y sur, pasamos a la nave sur (se adjunta plano E-05).
- 2. Se mantienen los restos arqueológicos del muro longitudinal que recorre el espacio.
- 3. Se mantienen los silos adosados al muro sur.
- 4. A lo largo del muro se instala una plataforma pisable que permite el paso hasta la entrada a la cripta existente en la cabecera de la iglesia.
- se recupera la entrada frontal a la cripta.
- 5. Se comunican las criptas norte-centro-sur de la cabecera de la iglesia.
- 6. Se coloca un columbario.
- 7. Se instala iluminación adecuada.
- 5.4. Intervención restaurativa en capiteles, fustes, paramentos, celosías y maderas de artesonados
- La intervención consistirá en facilitar la comprensión de la imagen arquitectónica adaptando y acondicionando los espacios litúrgicos del rito hispano-mozárabe.
Hay elementos que precisan una restauración y que son necesarios enumerar: capiteles (11 piezas: 1 tardorromano (s.V-VI), 9 visigóticos (evolución del capitel corintio. Cronología ss. VI-VII), 1 medieval (s. XIV-XV); fustes (10 piezas marmóreas reutilizadas. Posible origen romano), celosías modernas de yeso, paramentos verticales y artesonado y sus elementos de madera (3 naves con artesonado sencillo de par y nudillo con tirantes pareados).
5.5. Elementos de madera
1. Limpieza de armaduras de madera de par y nudillo
Limpieza general de armaduras y tirantes en todos los elementos que lo componen, para eliminar todo tipo de restos de polvo, suciedad, manchas de excrementos, depósitos adheridos y similares, para dejar la madera con su pátina original. Se realizará en un principio en seco mediante cepillado y barrido con aspiración mecánica, y posterior chorreado con agua o vapor a presión controlada incorporando líquido desinfectante en disolución, incluso suministro, descarga y puesta en obra de equipos de trabajo, materiales y medios auxiliares (andamio), inspección previa de la DF para comprobar estado, muestras de acabado.
2. Tatamiento de madera con acabado
Si es necesario se realizará un tratamiento de acabado sobre madera vieja o nueva, realizado mediante imprimación de disolución de nogalina o producto de mercado, aplicado con brocha o pistola, incluso suministro, descarga y puesta en obra de equipos de trabajo y materiales, realización de muestras de acabado, aplicación, ayudas y medios auxiliares (andamio), con retirada.
3. Protección preventiva de madera frente a agentes bióticos superficiales
Protección preventiva frente a los agentes bióticos, y específico contra organismos xilófagos (hylotrupes bajulus, anobios, hongos de pudrición u otros), aplicada sobre superficies de piezas de madera maciza, que forman armaduras o estructuras existentes, definidas como clase de servicio2 y clase de riesgo biológico 2 (DB-SE-M), que requieren un tipo de PROTECCIÓN SUPERFICIAL donde la penetración media alcanzada por el protector es de 3 mm, siendo como mínimo de 1 mm en cualquier parte de la superficie tratada (corresponde con la clase de penetración P2 de la norma UNE EN 351-1), realizada en obra mediante brocha, con un rendimiento no menor de 0,35 l/m2, utilizando productos protectores líquidos compuestos de materia activa de compuestos orgánicos de síntesis con propiedades biocidas (fungicidas e insecticidas), de productos fijadores de resinas y de disolventes orgánicos (productos del mercado con «ensayo de eficacia» y composición química certificados por laboratorio de reconocido prestigio, INIA, y debidamente registrado en el Ministerio de Sanidad), de manera que no produzcan sobre el material cambio de color, corrosión, aumenten su inflamabilidad o alteren otras propiedades, incluso suministro, descarga y puesta en obra de equipos de trabajo y materiales, limpieza de polvo y suciedad en las superficies a tratar, protección del entorno, aplicación, comprobación de la penetración y p.p. de ayudas y medios auxiliares con retirada del material sobrante.
5.6. Restauración capiteles y fustes decorados del templo
Restauración integral de los capiteles y fustes con labrado en piedra, decorado con ornamentación historiada y vegetal con un acabado de policromía moderna al óleo que imita marmolado, y en diferentes zonas salpicado de cementos y costra de producción de carbonato cálcico superficial y pérdida de material, en otras áreas posibles incrustaciones de otros elementos factibles de eliminar. Se procederá a realizar las siguientes operaciones: catas estratigráficas y muestras previas de acabado; preconsolidación de elementos y zonas recuperables; limpieza para retirar depósitos y polvo atmosférico y retirada de película pétrea suelta aplicación de producto a base de silicato de etilo en concentraciones no superiores al 10%, realizando todos los trabajos por especialistas restauradores y acreditados. Una vez estudiada físico-químicamente las muestras de la policromía moderna, se estudiará su eliminación.
1. Tratamiento de desalación
Tratamiento de desalación (sales solubles e insolubles) realizado mediante proyectado de pulpa de celulosa formada por fibra de papel, arcillas sorbentes y agua destilada, aplicada con equipo de proyección en fases sucesivas hasta su completa eliminación, con posterior limpieza y raspado esmerado con escarpelo, espátula o pincel, incluso suministro, descarga y puesta en obra de equipos de trabajo y materiales y marcado de zonas, implantación de equipo, aplicación, retirada y limpieza.
5.7. Limpieza de paramentos verticales de fábrica de ladrillo
Limpieza de paramentos interiores de fábrica de ladrillo, para eliminar suciedad general, depósitos de polvo atmosférico, acumulación de restos, colonias de microrganismos, reblandecer costras y manchas para un posible tratamiento posterior y desprender parches y rejuntados sueltos, que presentan un estado de conservación regular y grado de dificultad normal, realizada por proyección de agua desionizada a presión de 6 atmósferas máximo, acompañándose mediante cepillos y pequeñas espátulas, previa realización de muestras, comenzando por las partes altas en franjas horizontales de 2 a 4 m. de altura y retirando los restos acumulados en zonas inferiores, incluso suministro, descarga y puesta en obra de equipos de trabajo y materiales, marcado de actuaciones, ejecución, ayudas y medios auxiliares, con retirada de material sobrante. Se presentará una vez acabado el método anterior la aplicación de un consolidante sobre la superficie del ladrillo para eliminar el tono blanquecino de su superficie, provocado por el cemento aplicado.
5.8. Limpieza de celosías de yeso modernas
Se realizará el método anterior
5.9. Documentación fotográfica
Documentación fotográfica del estado inicial y final de la obra, así como del proceso de restauración. Para ello se realizará una exhaustiva documentación general antes de instalar los medios auxiliares oportunos en cada zona a intervenir, y una documentación de detalle una vez instalados. Tras acabar los trabajos de restauración se realizará una nueva serie de fotografías con los mismos encuadres para documentar fielmente el estado inicial y final de las distintas zonas tratadas. Se generará un método de identificación y localización de las diferentes zonas documentadas, creando un soporte gráfico sobre el que reflejar fielmente las zonas reintegradas, las alteraciones existentes y los tratamientos realizados.
5.10. Elaboración de memoria final decoración pictórica
Elaboración de memoria final de la intervención, en la que se recoja detalladamente el conjunto de los trabajos de estudio, documentación, conservación y restauración realizados, así como las pautas de conservación preventiva del monumento a seguir en lo que concierna a la conservación.
5.11. Estudio estratigráfico recubrimientos pictóricos
Estudio analítico de diferentes micromuestras en laboratorio especializado, que deberá emitir el correspondiente informe e interpretación de resultados. Previamente se realizará la limpieza superficial mediante cepillado suave o aspiración de los depósitos de polvo poco adheridos, para permitir la correcta observación de las superficies decoradas. Las zonas a muestrear se especifican en el estudio previo, y el estudio a realizar debe aportar información sobre las secuencias estratigráficas, caracterización de pigmentos, aglutinantes, técnicas y alteraciones de las diferentes películas pictóricas.
[1] J. M. Ferrer Grenesche, Curso de Liturgia Hispano-Mozárabe. Ed. Estudio Teológico de San Ildefonso, Toledo 1995, pp. 200-201.
[2] Antifonario Visigótico-Mozárabe de la catedral de León, ed. a cargo de L. Broy y J. Vives, Barcelona-Madrid 1959 fol. 3, 28-29: «Corus ad aramcorus in pulpitumstabat / corusque in templo resonabatsuabiter».
[3] Cf. Isidoro de Sevilla, Etymologiarum, t XV, 4.15, ed. J. Oroz, Vol II, Madrid 1983, 240 y 241.
[4] Antifonario… fol. 267,21.
[5] F. Íñiguez, ‘La liturgia en las miniaturas mozárabes’, en Archivos Leoneses, XV, 1961, 49-76.
[6] Cf. Isidoro de Sevilla ,Etymologiarum, t XV, 5.1 y 2. Conviene ver a este respecto, el artículo de L. Caballero y J. Bueno, ‘De nuevo a propósito de la basílica de Recópolis’, en AESPA, n.62, 1989, 283-291.
[7] F. María Arocena Solano, “El altar cristiano”, Biblioteca Litúrgica, Año…., 37.
[8] I. G. Bango Torviso, “La vieja liturgia hispana y la interpretación funcional del templo prerrománico”, Universidad Autónoma de Madrid, Año……, 118, 119