- Ubicación del templo
La iglesia mozárabe de Santa Eulalia es Bien de Interés Cultural, declarada Monumento histórico-artístico por el Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes del 3 de junio de 1931.Su entorno está protegido desde 2001, con el Decreto B.O.C.M. de 13-04-2001.
Se trata de uno de esos edificios de Toledo que pasan inadvertidos en la vida cotidiana de la ciudad y siguen siendo grandes desconocidos.
El templo se localiza junto a uno de los accesos históricos de la ciudad -la entrada por el Puente de San Martín y la Puerta del Cambrón- y en las proximidades de la Calle Real, dos importantes vías de tránsito y pequeños núcleos de comercio.
En su entorno encontramos restos de edificios singulares y residencias de importantes familias nobiliarias, que de alguna manera tuvieron vinculación con la iglesia y que nos hacen pensar en la identidad e importancia que tuvo nuestra iglesia.
- Referencias documentales
Unos versos, falsamente atribuidos a San Ildefonso, mencionan la fundación de este templo en el año 559, por el rey visigodo Atanagildo.
El edificio actual que hoy admiramos data del s. XIII; probablemente ocupa el espacio de un antiguo templo visigodo y constituye uno de los primeros y más arcaicos ejemplos del mudéjar toledano.
La referencia más antigua que conocemos, documentalmente probada, data del 675. Nos referimos a la firma de Florencio, abad de santa Eulalia, en el XI Concilio de Toledo: «Florentius ecclesiae monasterio sanctae Eulaliae abba haec gesta synidica a nobis definita ss.». Se trata de un antiguo centro eclesiástico ubicado en la ciudad o en las inmediaciones de la capital del reino hispano-visigodo.
De aquel primitivo templo, posiblemente, procedan los fustes de las columnas romanas y los capiteles visigodos, reutilizados en la nueva construcción que hoy admiramos. Fueron clasificados por Amador de los Ríos y Manuel Gómez Moreno como prerrománicos, del período hispano-visigodo. Es por ello muy posible que el templo de Santa Eulalia tenga sus antecedentes en la época citada.
A partir de ahí las referencias son inciertas y habrá que esperar hasta la reconquista de Toledo en 1085, y las siguientes disposiciones dadas por Alfonso VI, para saber que la Iglesia de Santa Eulalia iba a ser autorizada, junto con otras cinco, para que en ellas se pudiese seguir celebrando el rito hispano. Se trata por lo tanto de un edificio en uso y bien reconocido a finales del siglo XI.
Se conservan, además, abundantes referencias documentales en los textos mozárabes. El primero de ellos data de 1181 firmado por un diácono y el abad de Santa Eulalia: «Dominico, Abbas ecclesie Sancta Eulalia»; y otros de 1195, 1196, 1209, 1210, 1214, 1220, 1267, 1283, etc; la mayor parte de ellos referentes a compra venta.
De la segunda mitad del s. XIII se conserva una lápida funeraria, sobre la pila de agua bendita, perteneciente a don Tomé y don Alfonso Esteban (sobrino del primero), clérigos de esta iglesia que murieron en 1264 y 1284 respectivamente.
- Descripción artística
Se trata de un edificio de ladrillo con muros de mampuesto, con verdugadas típicas de las construcciones medievales en Toledo, cubierto por tejado a dos aguas con teja árabe.
De planta basilical, se organiza en tres naves divididas en cinco tramos, separadas por arcos de herradura pareados encuadrados por alfiz, sobre columnas y capiteles reaprovechados.
Reflejo de la etapa inicial del mudéjar toledano es el sistema de soporte que combina el pilar con las columnas adosadas que, aunque modificado en el siglo XV-XVI con el vaciado del núcleo central dejando exentas las columnas, fue reintegrado uno de estos pilares en la intervención de los años setenta.
La Iglesia es de cabecera plana, al exterior y con tres ábsides al interior. La nave central la recorre una arquería de medio punto, originalmente abierta, cerrada con celosía que no deja pasar la luz por estar tapadas por las artesas de las naves laterales. Al llegar al arco del triunfo se transforma en una arquería ciega de herradura apuntada.
La capilla mayor, de ábside poligonal, hoy semicircular, y bóveda de cuarto de esfera, se encuentra flanqueada por dos capillas laterales de planta cuadrangular.
Las naves se cierran por un sencillo artesonado de par y nudillo con tirantes pareados. El central con más altura que los laterales, de la misma altura. El crucero con una bóveda de arista en ladrillo y los brazos con cúpulas sobre pechinas con linterna y decoración geométrica del siglo XVII.